
Juez desestima la quiebra de la unidad 3M por tapones para los oídos
El juez jefe de quiebras de Estados Unidos, que escuchó los argumentos de desestimación durante tres días en abril en Indianápolis, concluyó que la filial de 3M, Aearo Technologies, no tenía ningún “propósito de reorganización válido” para solicitar la protección del Capítulo 11 el año pasado.
En un fallo significativo, el juez jefe de bancarrotas de EE. UU., Jeffrey Graham, desestimó recientemente el caso del Capítulo 11 de Aearo Technologies, filial de 3M, cuyo objetivo era resolver demandas relacionadas con tapones para los oídos de combate. El juez concluyó que la solicitud carecía de un propósito válido de reorganización y se trataba simplemente de una estrategia de gestión de litigios. La decisión se produjo tras una audiencia de tres días en abril en el tribunal de Indianápolis, donde se estableció que Aearo Technologies era financieramente solvente y no enfrentaba dificultades financieras ni una insolvencia inminente.
Aearo Technologies se acogió al Capítulo 11 el año pasado, alegando que el propósito de la solicitud era gestionar el proceso de litigio multidistrital (MDL), que, según afirmaban, estaba "fallido". Sin embargo, el fallo del juez Graham enfatizó que la verdadera intención de la solicitud no era la rehabilitación, sino un esfuerzo estratégico para gestionar las demandas por tapones para los oídos.
Acuerdo de Financiamiento y Salud Financiera:
El veredicto del juez Graham estuvo fuertemente influenciado por la salud financiera de Aearo Technologies, ya que se consideró que gozaba de buena salud financiera y no requería protección contra la quiebra. Además, un factor importante en la decisión fue un acuerdo de financiación que 3M había proporcionado, por un monto de 1.24 millones de dólares. El acuerdo incluía 240 millones de dólares para la financiación de la quiebra y un fideicomiso de 1 millones de dólares para resolver las demandas por tapones para los oídos. Este acuerdo de financiación sin límite máximo planteó dudas sobre la necesidad de acogerse al Capítulo 11.
La orden preliminar de interdicto del juez Graham, emitida el 26 de agosto del año anterior, ya había denegado la suspensión automática de la quiebra de 3M. Esta decisión también atrajo la atención del Tribunal de Apelaciones de los Estados Unidos para el Séptimo Circuito, que escuchó los argumentos el 4 de abril. El reciente veredicto de desestimación, si bien no fue del todo sorprendente, reafirmó la postura del juez de que la quiebra solo debe solicitarse cuando exista una necesidad financiera genuina, lo cual no fue el caso de Aearo Technologies.
Los abogados co-demandantes Bryan Aylstock, de Aylstock Witkin Kreis & Overholtz en Pensacola, Florida, y Christopher Seeger, de Seeger Weiss en Nueva York, expresaron su satisfacción con el fallo. Elogiaron la decisión del juez Graham, afirmando que rechazaba acertadamente el intento de 3M de retrasar la justicia para los veteranos perjudicados por los tapones para los oídos defectuosos de la compañía. Creían firmemente que este intento de abusar de los tribunales de quiebras fue legítimamente desestimado.
El fallo del juez Graham en el caso del Capítulo 11 de Aearo Technologies envía un mensaje claro: la protección por bancarrota solo debe solicitarse en casos de verdaderas dificultades financieras. La desestimación destaca la necesidad de un uso ético y adecuado de los procedimientos de bancarrota, especialmente en litigios de alto riesgo. Con este capítulo superado, los demandantes ahora pueden centrarse en buscar justicia y prepararse para los juicios concursales que se avecinan.